ALOR, INDONESIA: “Saya bisa sewa sepeda motor?”

2 de Septiembre 2011

Primera misión en Alor: buscar donde quedarme.

Iba a ir a dormir en Pulau Kepa, una pequeña isla casi pegata, pero parece que todos los turistas queremos ir allí, y cuando hablé por telefono con el proprietario frances, seguro que estaba pensando: “Pobre iluso”.

Así que he acabado en otro “homestay” en Kalabahi, el centro principal de la isla, y sigo practicando “Indonesiano”. Tengo buena vista sobre la bahia y cada mañana me tocan a la puerta y me traen un bollito diferente para desayunar. No es de lo más limpio que haya conocido, de hecho tenia dos cucarachas acostadas en el suelo, un escorpion en el baño, rodetores varios que paseaban por el tejado y unos mosquitos capaces de despeinarte con un golpe de alas, pero como me han dicho que hay cocodrilos en la laguna delante de mi habitación, he pensado que era ideal. Ademas por la mañana con la baja marea tiene un encanto especial.

Solo he tenido que montar por encima de la cama una obra digna del ingeniero que soy, para poder fijar la mosquitera. La dueña del sitio me ha dicho que estába bien ponerla porque en Alor hay tres tipos diferentes de mosquitos que pueden dar malaria. Ideal.

Segunda misíon: alquilar una moto.

Con mis cuatro frases preparadas me fui a una gasolinera y pregunté convencido “Saya bisa sewa sepeda motor?” Parecía que todo fuera bien, el dueño de la moto me había entendido, había negociado el precio, tenía casco, no me faltaba nada...

Me subi y me di cuenta de que la moto no era automatica, tenía marchas, y nunca había llevado una... A ver como le iba a explicar yo a el hombre que necesitaba un curso accelerato para llevarla; en Indonesiano, claro.

Los siguientes quince minutos fueron bastante intensos, pero la gente de la gasolinera se lo paso bastante bien con el teatrillo del italianini y total, ahora ya se conducir una moto con marchas, tanpoco era para tanto.

Andé bastante por la isla, pasando por puebelcitos de casas de paja, plantaciones de mango, papaya y platano, y saludando a todo el mundo. Creo que la gente aún sigue preguntandose que hacía allí.

Paré en Batu Putih, otro pueblecito de pescadores y despues de un buen baño improvisamos un curso de fotografia con los niños de allí. Estas fotos las hicieron ellos, Es un homenaje.