lunes, 19 de septiembre de 2011

FLORES, INDONESIA: “¡¿Ya está bien no?! Eah ya lo he dicho”


Desde que he vuelto a Flores desde Lembata, me parece que nunca me he bajado del bus.

Primer día: Lamalera – Lewoleba – Larantuka – Maumere: 8 horas

Hasta aquí seguía aún con Sara y Olivier. Le deje en la habitación que compartiamos, por la mañana temprano para ir a coger el enesimo bus.
Había puesto el despertador a las 6, pero probablemente alguien durante la noche me llamo al móvil y pensé que ya era hora de levantarse. Me preparé, cerré la maleta, me despedí de los chicos y dormido me fui hacia la calle. Después de un rato andando empecé a darme cuenta de que era demasiado oscuro para ser la hora del amanecer...era medianoche. Así que no tuve otro remedio que volver a dormir al hostal. Quizás si Sara y Olivier se dieron cuenta.

Segundo día: Maumere – Ende – Bajawa: 10 horas

En principio tenían que ser 8 horas, pero estuvimos parados dos horitas en la carretera con el bus estropeado. Mas a gusto...

Tercer día: Bajawa

Lo mejor para mis nervios y para mis tobillos, ha sido parar un día en Bajawa, un pueblo fresquito en la montaña cerca de un volcán y donde se pueden visitar unos pueblecitos tradicionales como el de Bena, y donde sobretodo hay unas fantásticas aguas termales, perfectas para despues de dos días de bus.







Por la noche me fui a mi habitación – creo que debería empezar a coleccionar fotos de todos los antros en que he dormido – y me quede encerrado. Los del hostal de la muerte, tuvieron que romper la puerta y luego tuve que dormir con la puerta abierta, total no iban a poder entrar más bichos de los que había ya en el cuarto, ya no cabían más.

Cuarto día: Bajawa – Ruteng – Labuanbajo: 12 horas.

De los 3 días de desplazamiento esto ha sido sin duda el más memorable. Por supuesto hay que añadir el par de horitas paratos en la carretera esperando que arreglaran el bus estropeado. En este caso, una pieza indefinida había decidido desprenderse del vehículo y echarse al barranco. Entiendo que tenía que ser una pieza importante ya que estuvimos parados bastante tiempo y que tuvieron que desmontar los asientos del conductor y copiloto para trabajar encima del motor y que había veinte personas allí opinando y uno solo ensuciándose las manos.
Luego discutí con el hombre que iba sentado detrás de mi, que no entendía que me pudiera molestar que el pusiera sus pies sucios encima de donde se suponía que iba a apoyar mi cabeza.
Luego el de a lado se echo a dormir encima mía, con su cabeza en mi hombro y yo pendiente de que ningun liquido bocal se añadiera al diseño de mi camiseta.
Y finalmente cuando ya no podía mas y íbamos ya por las diez horas de camino, a otro hombre le dio por llamar a su hermano por móvil para que me conociera. Ni siquiera fuera Belen Esteban y en indonesiano por supuesto.
“¡¿Ya está bien no?! Eah ya lo he dicho”

Finalmente llegamos a Labuanbajo, de donde no pienso moverme por unos días. Son las 10 de la tarde, osea como noche profunda por los horarios indonesianos.
Busco un lugar donde dormir y lo encuentro en el “Matahari Hotel”(traducción: El Hotel del sol).
Dudo que se pudiera ver el sol desde el sótano en el que tenía habitación.
El cuarto destaca por ausencia de ventanas, colchón en el suelo, sabanas amarillentas, telarañas, colonias debajo del almohada.
Me deshago de las almohadas, coloco mi sabana, luego el saco de dormir, luego me ducho – evito la descripción del baño – y me voy a cenar.

Foto sin comentarios del restaurante:




A las 11.30 vuelvo a la habitación del pánico.
Hubiera podido aguantar lo de las cucarachas haciendo botellón debajo de mi maleta, pero lo de la rata más grande que yo en el baño, fue bastante para que volviera a empaquetar mis cosas y me fuera a otro hotel.
Cuando devolví las llaves al dueño me vio con una cara que ni se atrevió a pedirme dinero por el tiempo en que había estado.

A esa hora de la noche solo estaba yo por las calles de Labuanbajo. Tarde un rato en encontrar otro hotel, uno que pudiera pasar una inspección sanitaria en regla, pero luego dormí como un niño pequeño.

Cuando me levanté la vista fue un agradable descubrimiento, próxima etapa el parque de Komodo.



5 comentarios:

  1. Como mi madre se entere de los sitios donde duermes le da un sincope.

    Un beso

    Lulu

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  2. Me he reido, me ha dado asco, pena, envidia y sobre todo me he sentido muy afortunado de tener sabanas limpias! al final va ha tener sus ventajas ser el desgraciado que se ha quedado en tierra :)

    No quiero ni imaginar como habría sido el capítulo de la rata si hubiera estado yo... seguramente habrías llegado al tope de caracteres posibles en un post.

    Por suerte me lo he ahorrado y estos días cuento con la compañia de un trozito de Tarquinia, además cocina que te mueres y no le tengo que recogerle los calcetines de debajo de la cama.

    Haz el favor de relajarte un poco y disfruta de los sitios donde estas, te quedan 7 meses por delante y no estas en Peking Express!!!

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  3. Cómo te admiro Giacomo... Si me pasa a mi lo del monstruo del baño, habrían tenido que ingresarme!
    Tienes mucho más valor que los de Pekin Express, esos por lo menos van acompañados de cámaras y demás people:)
    Besos

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  4. cippolinooo!!!!! que exito todas tus hisotiras...eres mi heroe!!! ...cucarachas debajo de la cama...yo ya no hubiera podido dormir con eso...:D que bien que estas visitando todos esos lugares :), yo suelo leer tu blog cuando estoy en la oficina..para despejarme...y...me das mucha envidia!!..pero de la buena...muchisimos besos..y nos vemos a tu regreso!!! sigue escribiendo mucho!!!

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  5. Hola! Buscaba info sobre Baliem y me enganché a tu blog, que grandes aventuras, viajar da la vida!! Tu hostel con cuquis y rata me trasladó al.pasado. En Nepal dormi con una rata dentro del colchón. Me di cuenta cuando la sábana empezo a desaparecer, arrastrada bajo la cama y luego empezó a golpearme la cabeza desde su escondite. Soy de buen dormir e ignoré lo de la sábana pero los golpes ya era bastante raruno. Anécdotas maravillosas que con los años recuerdas con cariño :) espero sigas viajando y disfrutando. Gracias por la información sobre Flores y Papua, seguro que nos es muy útil

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