viernes, 16 de septiembre de 2011

LAMALERA, LEMBATA, INDONESIA: “llamateme Ismael”




Después de muchas horas de bus, de ferry, de moto y de camión, he llegado en el pueblo pesquero de Lamalera, un conjunto de casitas de madera una a lado de otra a lo largo de una pequeña bahia respaldada por la montaña.
Especialmente las ultimas cuatros horas desde Lebolewa, han sido mortales. Entre la carretera polvorienta y la música del camión al nivel de los decibelios de Barajas, me han hecho replantearme más de una vez el porque vine hasta aquí.

Lemalera está tan alejada del mundo, que la Telefonica de aquí, se ha olvidado pasar a visitarles, tienen electricidad solo después de las 6 de la tarde y ¿Internet? Pues, claramente sobreviven sin.





Este pueblo tiene una fama peculiar; como las condiciones de sobrevivencia no son de lo más fácil, para que la comunidad pueda alimentarse y tenga mercancía de intercambio para los mercados de los pueblos alrededores, el gobierno les deja cazar Ballenas.
Si te das un paseo por la playa, l'experiencia resulta muy agradable entre huesos, carcasas en descomposición, piezas dejadas a secarse y un fabuloso olor a sangre podrida.




Las personas que me conocen de cerca, saben que le tengo un cariño especial a este animal, y pueden imaginar mi interdicción en venir a visitar este lugar, pero al final la curiosidad ganó sobre los principios y aquí estoy intentando entenderlo.

...

En el pueblo hay sólo cuatro turistas: un Ingles (Pete), un Francés (Olivier), una Española (Sara) y un Italiano (yo) - a ver quien va a ser el del chiste. Los cuatro nos hemos levantado esta mañana y nos hemos subido al barco de Stephanus, un jefecillo del pueblo para ir a pescar, supuestamente alguna manta o algún delfín.

En el barco estábamos en ocho: los cuatro del chiste, Stephnaus a popa conduciendo, su ayudante, otro con un cubo vaciando el barco para que no se hundiera y Jeffri a proa, vigilando el mar con un arpón a lado.

Desde las siete de la mañana, hasta el medio día presenciamos diferentes momentos de excitación general, a raíz de avistamientos que finalmente no se habían concretado en ningún botín.





Pensábamos que la jornada estaba llegando a termino cuando de repente escuchamos gritar: “Paus Ikan”.

Tardamos un rato en entender que estaba pasando; en ese momento de nervios generales, no había mucho tiempo para las traducciones básicas desde el Indonesiano al Ingles. Rápidamente el barco dio la vuelta, y estábamos volviendo a Lamalera.

“Ikan Paus ” significa “Pez Padre”.
Había una ballena y a los del barco se les había encendido una luz en los ojos.
Y los del chiste pensando:“¿Y entonces porque volvemos?
Estábamos volviendo a pedir refuerzos.

Stephanus se fue costeando la bahía gritando desde el barco “baleo, baleo” para avisar a todo el mundo del avistamiento. En un máximo de 15 minutos, desde Lamalera salieron 20 barcos, con todo el pueblo metido a bordo. Hasta las abuelas con el almuerzo.





Cada barco iba en pareja, arrastrando uno a otro por una cuerda. La táctica consistía en que el barco que llevaba motor tomaba velocidad hasta la ballena y luego viraba, lanzando el otro barco sin motor hacia adelante para que pudiera acercarse sin ruido. Supusimos tambien que el gobierno impida cazar con barcos a motor y de esta forma: “hecha la ley, hecho el engaño”.

La caza duró muchas horas, los barcos se acercaban, pero justo en el momento crucial, la ballena – era un cachalote de unos 15 metros según Stephanus – desaparecía debajo del agua volviendo a aflorar a los veinte minutos alejada varios centenares de metros entre los gritos de la gente. Los veinte barcos se habían distribuido en una área bastante amplia justo para poderse encontrar cerca de la siguiente aparición en superficie.







Después de varios tentativos en los que nunca nisiquiera llegaron a arañarla, la ballena con un movimiento ligero, nos saludó con la cola y se sumergió por ultima vez.



Estaba a salvo. Mi conciencia mas o menos limpia, mis piernas quemadas por el sol y todo el mundo con mirada de derrota.

Mañana es domingo, no se pesca y todo el mundo estará en la iglesia.

Estas fotos las hizo Olivier, el francés así que solo por eso, se libra para ser el del chiste, quedamos los otros tres...



APUNTES:
Para ir a Lamalera:

Desde Larantuka en la isla de Flores, salen barcos hacia Lebolewa ciudad principal de la isla de Lembata. Hay dos tipos de barcos, el de 4 horas que sale a las 8, 12 y creo 16 (30K rupias), y luego hay otro que tarda 1,5 horas ( 75K rupias) cuyo horario es un poco más complicado de averiguar, también porque muchos te dicen que no hay para que vayas con el barco de 4 horas.
Yo lo pillé a la vuelta (sale a las 8 desde Lebolewa) entiendo que en cuanto llegue a Larantuka,vuelva a irse a Lebolewa, osea hacia las 10.

Llegados a Lebolewa al puerto, hay que pillar una moto (10K rupias) hacia el terminal de buses.
Desde aquí salen los camiones hacia Lamalera. Yo lo pille hacia las 13, cuesta 25K rupias y tarda unas 3 o 4 horas dependiendo de la gente que haya.

El Camión : Puedes elegir de que muerte morir.
Estos camiones están abiertos por detrás y tu vas sentado en los lados con la mercancía en el medio. La mercancía puede incluir, cabras, cochinillos y gallinas. Te puedes sentar mas cerca de la cabina del conductor y en ese caso es mejor llevarse tapones para los oídos, (la música está a todo volumen para avisar la gente cuando el camión pasa por los pueblos y el subwoofer te hace temblar los intestinos) o sentarse a la extremidad opuesta y comerse todo el polvo del camino :) he probado los dos, no sabría cual es mejor opción.

En Lemalera, estuve durmiendo en El homestay de Abel, 65K rupias (unos 5 euros) con vista al mar (solo las habitaciones de la segunda planta), incluyendo desayuno, comida y cena. Los dueños parecen no tener don de palabra, pero no obstante es buena opción. Hay ratoncitos.

Para ir a pescar hay que acercarse a la playa y preguntar ( lo hicimos con Stephanus, es una persona con mucha experiencia. Por el tema de las ballenas, pensar que siempre se empieza con salir al mar con un barco (100K rupias) y si hay avistamientos, vuelven a por refuerzos y es cuando de verdad empieza la caza.

Para salir de Lamalera, hay buses a las 3 de la mañana a las 5 y creo también por la tarde. Para llegar a tiempo para coger el barco de las 8 hacia Larantuka, hay que salir a las 3 de la madrugada.

Notar que el domingo no hay buses..me quedé atrapado. Recordad que no hay red telefónica, y luz solo después de las 18.

Merece mucho la pena.

2 comentarios:

  1. No te viene mal ir acostumbrando al ruido, no te creas que las noches en malasaña son mucho mas tranquilas.

    Me ha encanto la historia de la ballena, aunque siendo andaluz, te recuerdo que siempre has dicho que eras de "huerva"
    Seguro que has exagerado una mijita y al final resulta que el pueblo entero se reunió pa coger coquinas.

    El del chiste esta claro que eres tu, lo digo por lo de Lepe, y tengo que reconocer que estaba flipando con las fotos, la del tío saltando es buenísima, hasta que he visto que eran del francés. Giacomo, cogelas directamente de Google que es lo mismo y no das guerra a la gente.

    Ya sabes que si llego a estar yo con un poco de hambre la ballena la pescamos si o si. Ea ya lo dicho ;)

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  2. Jesús!, Siempre que no hubiese gatos!!!! que seguro que se te adelantaban!!!
    Un abrazo Giaco, desde Pucela. Sigo tus aventuras!!
    Jesús, que tal la vida por Malasaña? Yo ya empecé a dar mis clases, con bastante menos movidas que en Madrid. Un abrazo.
    Santi

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