jueves, 9 de febrero de 2012

UYUNI, BOLIVIA: contrabando de quinoto




Después de siete horas de cola pudimos cruzar el paso fronterizo entre Argentina y Bolivia, con nuevos amigos, compañeros de sufrimiento, una triste empanada en el estomago y un buen quemazón.


Entramos como criminales...se nos había olvidado que desde la lejana Corrientes, llevabamos una compota casera de Quinoto, tan mala que aún no se  había acabado y que nos daba pena tirar..acabariá en mal modo en uno de los siguientes posts.

El justo final de un día entero perdido para cruzar 50 metros de carretera de grava fronteriza, hubiera sido por fin poderse dedicar a un merecido descanso...Pues no, la suerte quiso que pudieramos enlazar nuestro cansancio directamente con el bus del terror que nos llevaría a Uyuni.

No entiendo porque la gente se queja tanto de los buses de Bolivia, al final solo arriesgamos la muerte una vez...
Llegamos a destino a las tres de la mañana con un frió que se calaba en los huesos, destrozados por el mal de altura que nunca nos abandonaría por todo el viaje en Bolivia y allí en la terminal tenía que estar “Eugenia”.

...Esperas a Eugenia...sigues esperandola..preguntas a la gente si existe Eugenia ...¿donde esta la benedicta Eugenia?
Eugenia , el contacto de la agencia que habíamos contratado, y que tenia que llevarnos al hotel que habíamos reservado, por supuesto esa noche no apareció y tuvimos que buscarnos la vida; la vimos el dia despues, nos saludó como si no hubiera pasado nada, y nos dijimos: ¿Que le vas a hacer a la chochona? Esto es Bolvia.



Bueno, al final contra todas las aspectactivas, llegamos a subirnos al todoterreno que nos llevaría por tres días por salares, lagunas, desiertos y montañas: Luciana, Flo, Andres, Monique, Nosotros, la cocinera y el chofer.


Momento nostálgico: siempre quise volver a ver el Salar de Uyuni, un lugar indescriptible; han pasado diez años desde que vine aquí la primera vez.

Me pase las siete horas de cruce de frontera diciendo a Jesus: “no te preocupes, valdrá la pena”... y luego llego aquí y el salar está inundado y no se puede visitar: “arggggggg!!!!!!!!!!!!!!”


No obstante la mala suerte, seguirá siendo un lugar maravilloso... aunque lo mires desde el portal de entrada.









Así que, echadas las miles de fotos, en la que cada uno de nosotros intentó expresar su vena creativa...dimos vuelta atrás de camino al pueblo fantasma donde dormiriamos, con otra parada del camino, en un cementerio... pero de trenes.










Paseamos por las calles desiertas del pueblo fantasma, buscando otras formas de vida con poco éxito, absorbimos la energía del sol por las palmas de las manos como nos enseño Andres y finalmente volvimos 1para  sentarnos a cenar. Marta nos había preparado pollo...más tarde nos enteramos que no era pollo, sino flamingo...A ver como  volveríamos a mirar uno de esos pájaros tan bonitos la próxima vez...¡Pues está rico!


















1 comentario:

  1. Flor (argentina - uyuni)12 febrero, 2012

    giaco! hermosas las fotos!! que linda experiencia vivimos en uyuni! espero que su viaje siga genial!! muy lindo el blog!! me dan ganas de seguir viajando por todos lados!! exitos y se los quiere!!!

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