RIO DE JANEIRO, BRASIL: Ai se eu te pego y te quito el iPhone

19 de Febrero 2011

Esa misma noche, despúes del Carnaval da Criança, no acabó allí, sino todo lo contrario; Nos despedimos de los jovenes pimpolhos para abrazar un carnaval mucho menos inocente: el de las calles del barrio de Lapa.

Aunque Rio sea conocido en todo el mundo por sus escuelas de samba que desfilan en el Sambodromo, también posee un carnaval alternativo que popula las calles: el carnaval del bloco, algo muy parecido a una fiesta de barrio, pero vivida a ritmo brasileño.

Ese día a esa hora de la noche la gente, especialmente los pobre turistas, estaban ya demasiado cansados o borrachos como para darse cuenta de la cantidad de manos agiles que iban sondeando los bolsillos de la gente, Una vez más estaba Bibi para cuidar de nosotros...

NOTA: al del girasol no lo salvo ninguna Bibi...

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Para el día despúes de esa jornada interminable, habíamos reservado un poco de turismo en plan tranquilo para disfrutar del sol y de la belleza local... en la playa de Ipanema.¡Ilusos!

En un día de carnaval, así es como se despierta Ipanema, a ver quien consigue encontrar un hueco en semeante aglomeración de seres humanos.

  

Me costó un rato llegar a la orilla del mar y si hubiera sabido todo lo que se iba a verter en esa misma orilla durante la fiesta de la noche, talvez ni hubiera hecho el intento...ajja pero por otro lado el estar allí en ese lugar tan iconico, con una caipirinha en la mano te generaba una sensación de complacencía impagable.

Te das cuenta de que todos los que creemos ser”viajeros” somos en realidad “turistas” cuando en el medio de las miles de personas en Ipanema, te encuentras a una chica que conocistes meses atrás en Ecuador... lo que te hace pensar que todos los “turistas” estamos atraidos mas o menos por los mismos sitios, y que seguimos la Lonely planet demasiado a pié de la letra.

Pues en la jungla de Ipanema volvi a encontrar a Alice una australiana espiritica, un poco colgada, que nos arrastró por el despiporre del bloco de Ipanema..

 

Ese día andamos por kilómetros, persiguiendo a Alice, poseida... nosotros y unos cuantos más que la australiana había recogido por el camino; al final acabamos viendo la puesta de sol y el amanecer en el mismo sitio...Por favor que se acabe el carnaval ya.

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Me da que tendré que volver a Rio para hacer turismo de verdad. Llevaba desde el primer día queriendo ir a ver el famoso Cristo del Corcovado y al final solo lo vimos de lejos, mirándonos mientras ibamos de un sitio a otro de la ciudad. No se si había alguien desplazandolo cada vez, pero en cualquier parte de la ciudad estuviésemos, estaba el supervisando y como insinuando: “¿A ver cuando paráis?

Nuestra ultima noche en Rio, fue la noche que cualquiera se esperaría en una visita a la ciudad durante el Carnaval: la noche oficial del desfile de las escuelas de samba en el Sambodromo.

Si nuestro hotel tenía algo bueno, eso era que por lo menos estaba a veinte mintuos andando desde el famos circuito de Oscar Nemeyer. Como siempre esos 500 metros que separaban la calle tetrica del hotel, de la avenida principal, parecían no acabar nunca, pero se veía que era un dia especial, había movimiento pordoquiera y un flujo enorme de gente, todos caminando hacia la misma dirección.

Desde las gradas del Sambodromo, la vista era muy diferente a la de dos días antes acompañando los Pimpolhos, pero esta vez, podiamos vivir en primera persona la exaltación de la gente en espera para el grande evento. Había escuchado que el carnval del Sambodromo era algo pensado solo para los turistas.. cualquiera que hubiese visto esas caras, no estaría de acuerdo.

Fuegos artificiales y empeiza el desfile, una escuela despues de otra, con 82 minutos cada una, para cumplir con todo el recorrido. Desde las 10 de la noche hasta las 6 de la mañana.

  

   

 

 

   

Abajo casi en la pista estaba Fergie de los Black Eyed Peas como estrella invitada. Mucho movimiento de gente tomando foto a su melena rubia que aparecía y desaparecía en la calca...Creo que fue suficiente media hora par que se hartara de la gente y se fuera sin haber mirado al desfile ni un segundo..¡Jajaj le habrán regalado el DVD!

Por supuesto con el ritmo de esos día no llegamos a ver todas los desfiles programados para esa noche; creo que socumbimos hacia las tres de la madrugada y aún faltaba bastante.

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Al despertar, era nuestro ultimo día en Rio, justo ahora que habíamos conseguido el don de la invisibilidad...tuvimos justo el tiempo de ir a ver el Pan de Azucar para despedirnos de Bibi y de Alfonso y Bego, esos mismos compañeros con los que había cruzado el parque del Tongariro en Nueva Zelanda - hace ya parece mil años - y que estaban tambien allí en Rio para el carnaval...Si lo he dicho, al final todos nos movemos para ver lo mismo :).