Entramos como criminales...se nos había olvidado que desde la
lejana Corrientes, llevabamos una compota casera de Quinoto,
tan mala que aún no se había acabado y que nos daba pena
tirar..acabariá en mal modo en uno de los siguientes posts.
El justo final de un día entero
perdido para cruzar 50 metros de carretera de grava fronteriza,
hubiera sido por fin poderse dedicar a un merecido descanso...Pues
no, la suerte quiso que pudieramos enlazar nuestro cansancio
directamente con el bus del terror que nos llevaría a Uyuni.
No entiendo porque la gente se queja tanto de los buses de Bolivia, al final solo arriesgamos la muerte una vez...
Llegamos a destino a las tres de la mañana con un frió que se calaba en los huesos,
destrozados por el mal de altura que nunca nos abandonaría por todo
el viaje en Bolivia y allí en la terminal tenía
que estar “Eugenia”.
...Esperas a Eugenia...sigues
esperandola..preguntas a la gente si existe Eugenia ...¿donde esta la
benedicta Eugenia?
Eugenia , el contacto de la agencia que habíamos contratado, y que tenia que llevarnos al
hotel que habíamos reservado, por supuesto esa noche no apareció y
tuvimos que buscarnos la vida; la vimos el dia despues, nos saludó como si no hubiera pasado nada,
y nos dijimos: ¿Que le vas a hacer a la chochona? Esto es Bolvia.
Momento nostálgico: siempre quise volver a ver el Salar de
Uyuni, un lugar indescriptible; han pasado diez años desde que vine
aquí la primera vez.
Me pase las siete horas de cruce de
frontera diciendo a Jesus: “no te preocupes, valdrá la pena”...
y luego llego aquí y el salar está inundado y no se puede visitar:
“arggggggg!!!!!!!!!!!!!!”
No obstante la mala suerte, seguirá siendo un lugar maravilloso... aunque lo mires desde el portal de entrada.
No obstante la mala suerte, seguirá siendo un lugar maravilloso... aunque lo mires desde el portal de entrada.
Así que, echadas las miles de fotos,
en la que cada uno de nosotros intentó expresar su vena creativa...dimos vuelta atrás de
camino al pueblo fantasma donde dormiriamos, con otra parada del
camino, en un cementerio... pero de trenes.
Paseamos por las calles desiertas del pueblo fantasma, buscando otras formas de vida con poco éxito, absorbimos la energía del sol por las palmas de las manos como nos enseño Andres y finalmente volvimos 1para sentarnos a cenar. Marta nos había preparado pollo...más tarde nos enteramos que no era pollo, sino flamingo...A ver como volveríamos a mirar uno de esos pájaros tan bonitos la próxima vez...¡Pues está rico!
giaco! hermosas las fotos!! que linda experiencia vivimos en uyuni! espero que su viaje siga genial!! muy lindo el blog!! me dan ganas de seguir viajando por todos lados!! exitos y se los quiere!!!
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